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En este apartado voy a explicar qué es, desde el punto de vista del proyecto EsDeRaíz, una Alimentación Sostenible. Para ello vamos a empezar por explicar el concepto sostenible.
Según la RAE sostenible es “Especialmente en economía y ecología, que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente”
Por lo tanto sostenible podría equipararse a perdurable en el tiempo. Por tanto una alimentación sostenible es aquella que asegura poder seguir alimentándonos sin agotar los recursos (agua, tierra, etc) y sin destruir el medio (biodiversidad, contaminación)
Por desgracia, actualmente la palabra sostenible se utiliza sin mesura y digamos que cualquier cosa que hoy en día se quiera promocionar o vender debe ser forzosamente “sostenible”, economía sostenible, desarrollo sostenible, agricultura sostenible, etc. Sobre este particular hablaremos en el blog, especialmente sobre la utilización interesada que hacen de éste concepto muchas empresas y administraciones para vender sus productos o servicios aparentemente “sostenibles”.
Desde el punto de vista de nuestro proyecto, el concepto sostenible, aplicado a los productos de alimentación, es aquel producto alimentario que cumple con 3 características principales:
Es de calidad,
Es respetuoso con el medio ambiente y
Es socialmente justo.
Tal como define el movimiento Slow Food, con el que coincidimos, Bueno, Limpio y Justo.
Desglosando estas características tendremos:
Calidad: En este caso hablamos de calidad de un producto alimentario desde el punto de vista de sus ingredientes y su proceso de elaboración. Consideramos un producto de calidad aquel que utiliza materia prima de calidad, se recolecta en su punto exacto de madurez por lo que mantiene intactas sus cualidades organolépticas, no contiene aditivos químicos tales como potenciadores del sabor, espesantes, acidulantes, etc, está libre de grasas perjudiciales para la salud (grasas trans, aceites grasos insaturados) y no contiene hormonas ni antibióticos (caso de la carne y los productos lácteos). Damos por hecho que estos productos son capaces de satisfacernos en cuanto a sabor, textura, olor, etc.
Medio Ambiente: En este caso consideraremos aspectos como el ciclo de vida, la huella de carbono, el sistema de producción, etc. Alimentos sostenibles ambientalmente son aquellos alimentos de cercanía (km 0), alimentos de temporada, alimentos producidos ecológicamente, alimentos producidos con variedades/razas autóctonas, así como alimentos producidos en condiciones de eficiencia energética y de recursos (sistemas de producción, envasado y transporte).
Sociedad y Economía: Consideraremos para éste aspecto aquellos alimentos producidos y distribuidos en unas condiciones que aseguren un precio adecuado al productor en relación con la calidad del producto y el bien indirecto, que sobre las economías rurales tiene. Alimentos producidos por empresas, con capital local, que contribuyan a cuidar nuestro patrimonio rural fijando población en nuestros campos y cuidando de nuestra biodiversidad y tradiciones o que recuperen sistemas tradicionales abandonados, son considerados sostenibles socialmente. Los productos procedentes del comercio justo (cacao, azúcar, café) también son sostenibles siguiendo éstos criterios.
En cualquier caso, tendremos en cuenta estas características desde un punto de vista global, analizando el ciclo de vida del producto, desde la cuna a la tumba, desde el campo al plato.
Otra característica de los productos que presentamos es que ponen a disposición del potencial consumidor toda la información acerca de estas características, de tal manera que el consumidor disponga de toda la información posible que avale la elección de estos productos sobre otros ofrecidos en el mercado. En nuestro proyecto ésta será una de nuestras prioridades. Queremos contribuir a que el consumidor sepa lo que come.
Por desgracia nos estamos acostumbrando a comprar los alimentos sin tener una información detallada del impacto que nuestra elección puede tener sobre nuestra sociedad, nuestra salud y nuestro medio ambiente. Proliferan productos de marca blanca que no proporcionan información más allá de qué marca comercial de gran consumo los ampara. Igualmente para el resto de productos, a través del etiquetado, solamente podemos obtener una información limitada acerca de quién los produce, dónde, en qué condiciones, cómo se distribuyen y transportan, etc. Nuestro proyecto se compromete a informar al consumidor de ¿qué está comprando realmente?.